Una investigación en marcha sobre el jefe del equipo campeón de la Fórmula Uno ha eclipsado el inicio de la nueva temporada esta semana con el Gran Premio de Bahréin.
Han transcurrido tres semanas desde que se confirmó que Christian Horner, el jefe de Red Bull, era investigado por supuesta conducta indebida hacia una empleada del equipo. No se ha indicado cuándo se tomará una decisión sobre su futuro.
La casa matriz de Red Bull afronta reclamos por parte de varios de los actores de la F1, como el jefe de Mercedes Toto Wolff y su contraparte de McLaren Zak Brown para que la investigación — en manos de un abogado externo — sea transparente.
En una carta al equipo austriaco, el director ejecutivo de Ford Motor Jim Farley insistió en una resolución y señaló que en Ford “estamos frustrados por la carencia de completa transparencia en torno a este asunto”. Ford suministrará los motores a Red Bull a partir de 2026.
El fabricante de bebidas energizantes dijo el 5 de febrero que abrió una investigación a Horner, pero no dio detalles. Horner niega que haya cometido algo malo y no ha sido suspendido de sus funciones. Ha seguido como el rostro del equipo de F1, diciendo que “todo es normal”.
Horner ha sido el líder de Red Bull desde su debut en la F1 en 2005, y tuvo un papel más amplio en la presentación del nuevo monoplaza, incluso sobre el tricampeón vigente Max Verstappen o su compañero Sergio Pérez. Horner estuvo presente en los tres días de test en Bahréin la semana pasada.
“Para todos, lo mejor es que todo se resuelva”, dijo Verstappen.
En la pista, Red Bull vuelve a ser el equipo a vencer tras una temporada en la que Verstappen y Pérez subieron a lo más alto del podio en 22 de 23 carreras. Verstappen fijó un récord con 19 victorias.
Mientras la mayoría de los equipos se han inspirado en el Red Bull 2023 para sus nuevos monoplazas, Red Bull ha evolucionado al presentarse con un diseño en el que cuentan con una entrada de aire vertical en sus pontones, calcando un antiguo modelo de Mercedes.
Red Bull lució formidable en los tres días de pruebas, aunque Carlos Sainz Jr. y Charles Leclerc al volante de sus Ferraris lograron los tiempos más rápidos en las últimas dos jornadas. Huelga recordar que los tiempos en las pruebas no son un barómetro prudente con miras al campeonato.
EL CAMBIO DE HAMILTON
El siete veces campeón Lewis Hamilton Hamilton entra a su última temporada con Mercedes y prepara su salto a Ferrari el año entrante.
A sus 39 años, Hamilton cifra esperanzas de que Ferrari le brindará la oportunidad de pelear por un octavo título tras el declive de Mercedes en los últimos dos años.
El británico también hará realidad su sueño de niño. En las pruebas de Bahréin, Hamilton evocó conducir un Ferrari con Michael Schumacher en un videojuego.
“Estoy escribiendo mi historia y siento que era el momento de iniciar un nuevo capítulo”, dijo Hamilton sobre el cambio.
Su inesperada decisión remeció a la F1 y varios pilotos están en ascuas en cuanto a sus equipos el año próximo. Sainz estaba por firmar una extensión con Ferrari, pero ahora el español contempla otro rumbo.
La plaza abierta en Mercedes genera todo tipo conjeturas. Se dice que podría ser para Fernando Alonso, el español de 41 años que actualmente está en Aston Martin. Y se ha hablado de darle la oportunidad a Kimi Antonelli, el italiano de 17 años que surgió en la academia de Mercedes y que debutará en la F2 esta semana.
¿CUÁNDO SE CORRE?
No sintonice el domingo para ver la carrera. Tanto el GP de Bahréin como el de Arabia Saudí, la siguiente semana, serán disputado en un sábado, con la clasificación el viernes.
Ello obedece al Ramadán, el mes sagrado de los musulmanes que comienza el 10 de marzo, el domingo pautado para la carrera en Arabia Saudí, teniendo que adelantar un día la carrera. El reglamento de la F1 establece que se debe guardar una semana entre cada carrera, así que Bahréin también tuvo que adelantarse.
La carrera de Las Vegas el año pasado sentó un precedente al disputarse un sábado para atraer una mayor audiencia en Estados Unidos y el resto del mundo. Fue la primera carrera de la F1 que no se disputó en un domingo desde 1985.
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